Cuarta
Parte
Sadomasoquismo:
El
arte de la sangre…
4.1
4 de Febrero:
Mi
nombre real es Erzsébet. Debo recordármelo cada día de mi vida. pero cambié a
Elizabeth para hacerlo más cómodo y menos relativo a cuyos eventos definieron
mi vida pasada.
Erzsébet
Báthory se ha convertido para mí, en un calvario constante. Aquella mujer se
convirtió en uno de los personajes más peculiares de la historia antigua de
Hungría. Condesa Sangrienta le llamaron después. Decían que acostumbraba
asesinar a las muchachas de su corte y a las de la servidumbre, en especial a
las jóvenes vírgenes, para sacar su sangre y bañarse en ella. Todo sucedió
porque un día, una de sus doncellas osó atreverse a contestarle a su ama, y
esta le soltó una bofetada, sacándole sangre. El líquido le había quedado
impregnado en la mano, pero ahí donde salpicó, la piel se había hecho joven, sin
arrugas ni imperfecciones. Erzsébet buscaba la vida eterna, a través de la
sangre de inocentes.
Cuando
la gente se dio cuenta lo que sucedía, Erzsébet fue más precavida. Ahora
mantenía a sus sirvientas vivas, pero traía de otros pueblos jóvenes pobres
para educarlas. Cuando las tenía lo suficientemente cerca, acababa con ellas de
la misma manera cruel, desmembrándolas, cortándoles la garganta y los órganos
genitales, y bañándose en su delicioso y fresco líquido vital. Una de ellas,
sin embargo, logró escapar, casi moribunda. Las autoridades tomaron cartas en
el asunto, y la Condes Sangrienta fue presa.
Como
no se le podía efectuar la pena de muerte a un miembro de la realeza, Erzsébet
fue condenada a pasar los últimos años de su vida recluida en los calabozos de
un castillo, sin su fortuna ni nadie quién la ayudara. Un día de verano en
1614, Erzsébet mandó hacer su testamento, muriendo en Agosto del mismo año.
Y
es aquí cuando comienza la verdadera historia, transformada en leyenda oscura
que nadie ha podido dar por un hecho.
Todos
los documentos que versan sobre el proceso de Erzsébet sobreviven, pero sus
diarios personales y su retrato se hallan desaparecidos. Es un hecho que la
Condesa mandó hacer su testamento, pero nadie explica el hecho de que en los últimos
días de su vida, un grupo de sacerdotes la visitaban constantemente. Varios
llegaron a escuchar cánticos venidos desde el mismo Infierno, alabando a
Satanás y al Anticristo. No por algo, la condesa no soportó la luz del sol
jamás, hasta el último momento de su vida terrenal. Su cuerpo fue sacado y
enterrado en Esced, su lugar de origen. Pero no duró mucho tiempo muerta…
Ni
las fuerzas de la oscuridad pudieron acabar con Erzsébet Báthory. La sangre que
había alimentado su cuerpo durante tanto tiempo también había sido el puente
hacía la inmortalidad. Sólo necesitaba el elemento adecuado: los Sabios de
Inferno, adoradores del Diablo venidos de Italia habían consentido ver a la
Condesa por órdenes de un anónimo personaje, rico y poderoso miembro de la realeza,
quién había ofrecido una cantidad ingente a estos hombres malditos para entrar
a la fortaleza de la Condesa, y concederle algo más que su libertad. Entonaron
cantos misteriosos, e invocaron al Señor de las Tinieblas una y otra vez. La
vida anterior de Erzsébet se desvanecía, y su cuerpo adquiría nuevos aires, una
nueva alma, y la vida eterna. Sería indestructible, sería más fuerte y más
rápida, y el Sol seria su enemigo mortal. La luz de Dios no volvería a ser su
compañera, pero las tinieblas de la noche le darían la fuerza. Y sobre todo la
sangre: cualquier tipo de sangre, aunque ella tuviese una preferida.
Lo
que fue una ventaja durante los primeros 100 o 150 años, para Erzsébet se
convertiría en su perdición y en un castigo.
¿Por
qué la vida de una mujer tan despreciable tiene que afectarme a mí? ¿Qué tengo
en común con ese nombre tan infame en la historia del mundo? ¿Qué destino me
ata con la mujer que asesinó a más de 600 personas en toda su vida?
Ya
no me llamo Erzsébet: soy Elizabeth Basare, y voy a encontrarme con el hombre
que me dio la vida eterna…
2 comentarios:
Este relato me gusta más... demonios, sangre, inmortalidad, una mujer fuerte, jeje, me gustan más éste tipo de historias, gracias Luis
No hay de qué. Ya verás como se va resolviendo en los próximos días. No eran relatos individuales, sino cuatro relatos divididos en siete capítulos. Más interesante, y tienes que esperar más para saber lo que pasará.
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